jueves, marzo 19, 2009

Verdades elementales

Lo cierto es que hasta ahora no he encontrado muchas verdades elementales, y quizá las que doy por ciertas y validas sólo lo son para mi. Por ejemplo, que uno puede perder todo menos el buen humor, que la muerte llega tarde o temprano, que uno se muere cuando debe y no cuando quiere, que lo que a uno le va a pasar... le pasa y lo que no, pues no. No lo sé a ciencia cierta, quizá esas ni verdades son, sino sólo oviedades. El punto es que un cubano, un revolucionario cubano dijo alguna vez que las verdades elementales caben en el ala de un colibrí. Y yo le creo, se la compro.

Desde niño los colibries me han gustado. De vez en cuando podía ver alguno alimentandose de las flores de azahar del limonero que esta en el patio de la casa de mi abuelo (¡esa oración etuvo larga!). Me parecián -me parecen- sorprendentes, siempre verlos solos, observar como se detenía a sorber el nectar de las flores suspendido en el aire, pensar que pesan sólo dos gramos, que es el ave más pequeña del mundo... y esos deliciosos colores en su plumaje.

Hace años uno se metió a mi casa. Lo atrapé con cuidado y luego lo solté en el jardín. Estaba muy desorientado, se había dado una y otra vez contra los cristales. Luego de que lo solté volo un poco y se poso en una rama del árbol de granada, se estuvo quieto un rato, yo creo que en lo que se orientaba y luego voló. Me dejo unas plumas de regalo que aún conservo entre las páginas de un libro.

Hace unos meses una colibrí llego a hacer su nido bajo una bugambilia que hay en el patio, puso dos huevos, nacieron dos colibriesitos, pero uno se cayó del nido y lo encontré muerto, el otro se logró. Hace unas semanas la pajarita regresó -quiero creer que es la misma- y pueso de nuevo dos huevos. Pero ahora me preparé, en cuanto tuve oportunidad les puse una "red de protección" bajo el nido, para que cuando comenzaran a volar, si se caían, no cayeran dentro de la fuente o de porrazo. Y dio resultados. Hoy el primero de ellos en hacer el intento de volar salio del nido. No volo mucho, pero va bien en su intento. Lo malo es que no pudo regresar al nido. Intente regresarlo, pero es un poco complicado, el nido se ve tan frágil. Así que le hice un nuevo nido junto al original y ahora duerme en él. Mañana veré como anda ese muchacho. Espero que se logre. Me gustan esas aves. Y me gusta más que ronden por mi jardín y poder verlas sin tenerlas en jaula, digo... es dificil tener un colibrí en jaula, se mueren de tristeza, no son como otras aves. Pero el punto es... que me gusta que venga las aves a comer la migaja que les tiramos en el patio y a comer cuantas flores y plantas gusten.

El polluelo aún tiene el pelaje tipo pelusa y se siente muy suave.



Por cierto, el revolucionario cubano que dijo eso de que las verdades elementales caben en el ala de un colibrí, era José Martí.

2 comentarios:

the lines on my face dijo...

No manches, qué chido lo de la red, lo de los colibris, esperemos que tenga suerte ese último! Está muy bonito... sigue cuídandolos, así tendrás muchos compañeritos inspiradores ;)
Sabias palabras las de José Martí.

the lines on my face dijo...

me enteré del gran evento... lo siento, no pudimos asistir, pero seguramente te fue rete bien! saludines ;) y felicidades