jueves, abril 16, 2009

La vida reducida a un papel

Pues bien... ahora resulta que no existo. Al menos no hasta el próximo cuatro de mayo. De momento, dicen en la ventanilla de servicios escolares que no hay constancias, ni historias académicas y, por ende, mucho menos certificados parciales. No hay nada hasta el próximo cuatro de mayo. Antes nada. Así que de momento no soy nada, ni estudiante, ni pasante. Quizá pueda entrar en la clasificación de los sinempleo, pero no lo creo. Tengo muchas cosas que hacer aún cuando no reciba aún paga alguna.
Hasta ayer creía tener una ligera presión, creía y sólo fue así. Quizá la llegué a manifestar en mi tono de voz un poco pero no más. Mi condición de candidato potencial a padecer ataraxia no me deja ir más, aún cuando aún no domino dicha condición.
Pero hoy no me queda sino acoplarme al proceso, esperar y esperar aún más. La maestría que deseo cierra convocatoria este veinte y cuatro de abril a las dos con treinta minutos de la tarde y debido al proceso burocrático interno de servicios académicos, yo no puedo tener ninguna constancia de que ya estoy fuera y por lo tanto no podré aplicar, no tengo una carta que diga que ya terminé, que ya liberé el servicio, nada. Todo está en procesos y debo esperar hasta el cuatro de mayo próximo. Extraoficialmente terminé el treinta de marzo a las ocho de la noche, oficialmente -que es lo que vale- todo termina el diez y siete de abril, es decir: mañana. Luego deben de procesar calificaciones y demás y determinar el estatus de cada alumno. La vida reducida a un papel.

1 comentario:

the lines on my face dijo...

chale, te entiendo perfectamente, los trámites burocráticos son horribles y nunca se ponen de acuerdo entre ellos... muchos saludos y ojalá se resuelva pronto tu problema ;)